“Un libro tiene que generar una reacción en el lector”


Buenas nuevas: el mercado editorial independiente está viviendo un momento de auge. Muchas pequeñas editoriales están surgiendo y otras se consolidan. Al parecer se han convertido en la referencia de las grandes. Y es que las editoriales independientes suelen dar una oportunidad a toda esa nueva literatura que, aunque inédita, también merece un hueco en las librerías. Una de ellas es Odelia editora, un reciente emprendimiento de nueve mujeres con perfiles muy distintos que comparten una misma pasión: la edición.

Hoy tenemos la oportunidad de hablar con dos de sus creadoras: María Eugenia Krauss, abogada, correctora y redactora, una amante de la literatura que siempre supo que su camino estaba ahí; y Belén García Vázquez, estudiante de edición en la UBA, que desde un principio la tuvo muy clara: la edición tenía que ser su profesión. En Odelia, María Eugenia coordina el área de manuscritos y corrige. Belén se encarga de la distribución, la tesorería y también es correctora. Nos reciben en casa de María Eugenia con mate y galletas de jengibre y avena recién hechas. El tránsito de Buenos Aires nos demoró un poco a todas, así que vamos directo a lo importante.


¿Cómo empezó todo?
B.G.: Nosotras no nos conocíamos antes de arrancar la editorial, nos encontramos en un taller sobre edición independiente en el que nos enseñaron qué es lo que hay que tener en cuenta desde el punto de vista de lo autogestivo de una editorial y de lo chiquito de la independiente. En un momento dado pensamos que si realmente a todas nos interesaba esto de la edición, ¿por qué no armar una editorial? Y eso hicimos. Lo que más nos costó al principio fue la parte administrativa. Crear un proyecto de este tipo en un punto es agarrar un libro y mandarse a hacerlo y en otro es hacer muchos trámites para después no tener complicaciones: registrar la marca, los libros y tener todo en regla como indica la ley y como es conveniente.

¿Qué significa para vosotras tener una editorial y editar a día de hoy?
M.K.: Para mí editar es algo que hace muchos años que quería hacer, que surge de mi interés y de mi gusto por la literatura y también por el deseo de compartirla, por no quedarme con ese libro que me gustó, sino difundirlo de alguna manera. Poder editar me parece increíble.
B.G.: Creo que está bueno darle visibilidad a libros que de otra manera no la tendrían y creo que en algún punto los libros conectan distintas formas de cultura. En algún punto el teatro pasa por los libros, el cine pasa por los libros, es como que conecta todo por distintas cuestiones. Creo también que editar es trabajo en equipo ciento por ciento; de cada una de mis compañeras rescato algo que yo no sé, algo que me complementa y eso hace que la editorial sea mejor.

¿Con qué objetivo nace Odelia?¿Cuál es su filosofía?
M.K.: Por un lado, recuperar lectores para libros que en nuestra opinión vale la pena que estén disponibles, tanto clásicos que se editaron hace mucho tiempo como libros que se editaron hace diez, quince años, pero que ya no circulan y que estaría bueno que sumaran nuevos lectores. Mi ilusión sería llegar, además de al lector asiduo, conocedor de los catálogos de las editoriales independientes, a ese otro que quizá solo compra un libro en una cadena grande, que no “revuelve” en librerías más chicas, que no tiene acceso a las editoriales independientes porque no todas llegan a esas cadenas. Creo que hay que desacralizar la imagen de la lectura para que pueda haber más lectores; que no se piense como una actividad para pocos ni para intelectuales y que esté tan al alcance como ver una película o salir a tomar un helado.

Con un texto en la mano, ¿qué tiene que tener para que Odelia lo edite?

B.G.: Tiene que tener cierto ritmo. Publicamos textos que sean amigables al lector, que sean legibles para un público, no masivo, pero sí para el público en general. Tiene que ser un texto comprensible, asequible y entretenido, pero que no por eso pierda calidad literaria. Personalmente, busco que el libro tenga algo diferente a lo que leí antes, que no tiene que ver necesariamente con el tema, ni con la historia, sino que me aporte algo que me parezca novedoso y que haga que quiera retenerlo en mi memoria.
M.K.: Publicaría un libro si siento que me interpela de alguna manera: me perturba, me incomoda, me conmueve o me entretiene, o simplemente me revela una realidad diferente. No me alcanza con que sea una linda historia o esté bien escrito. Un libro tiene que generar una reacción en el lector y aportar algo a la editorial, eso lo vamos evaluando también.

Y encontrasteis textos que tenían eso. ¿Qué libros abren el catálogo de Odelia?
M.K.: Actualmente nuestro catálogo está formado por dos colecciones: Muertos Vivos y Narrativa. El primer libro con el que decidimos empezar la editorial es Las fuerzas extrañas, de Leopoldo Lugones, dentro de la colección Muertos Vivos. Esta colección incluye justamente libros que, si bien ya no están tan vigentes, para nosotras tienen que estar “vivos”. A Odelia le pareció muy interesante que este texto volviera a las librerías porque casi no se consigue y porque es considerado el padre de la literatura fantástica en la Argentina. Y la otra colección, Narrativa, la va a inaugurar la novela Gaijin, de Maximiliano Matayoshi, obra con la que este autor argentino ganó el premio Primera Novela UNAM-Alfaguara 2002. Este libro se publicó en México y acá, pero es una novela que ya no se consigue, no se volvió a editar. Dentro de esta colección también queremos dar la oportunidad a autores inéditos.





Odelia y Las fuerzas extrañas tienen su evento de presentación el próximo sábado diecinueve de noviembre a las 19.00 h. en el Multiespacio Pasco, Pasco al 689. Allá estarán todas las “Odelias” junto con Inés Bruzzi, autora del prólogo del libro, y Sandra Gasparini, especialista en literatura fantástica argentina. Nos gustaría saber más sobre el proceso de edición de este primer libro, no debió ser nada fácil.

¿Cómo llegó Las fuerzas extrañas a vuestras manos?
B.G.: El texto fue propuesto por una de las “Odelias”. Lo sugirió porque era un libro que, como ya hemos dicho, si bien se consigue no es fácil de encontrar y porque en su momento tuvo mucha repercusión dentro de la literatura argentina. Es un libro que está bueno, es un género que todavía tiene vigencia y la verdad es que valía la pena volverlo a traer. Las demás coincidimos y decidimos arrancar por ahí. También porque al ser un autor muerto hace muchos años no había que pagar derechos, no había que firmar contrato, no había que negociar nada para su edición y para arrancar era mucho más sencillo.
M.K.: Lo que nos pareció más interesante es que estos cuentos de Leopoldo Lugones son precursores de la literatura fantástica y de la ciencia ficción en esa época, marcaron un camino que después continuaron Borges, Bioy Casares, Cortázar y Silvina Ocampo. Borges ha reconocido el mérito de la obra de Lugones y en particular de este libro.

Ya teníais el texto, ¿cuál fue el siguiente paso a dar?

M.K.: Su corrección, teniendo en cuenta la época en la que está escrito hubo que revisar qué normas de la lengua habían cambiado desde entonces en cuanto a ortografía y demás, y hacer una pequeña edición. Lo que también quisimos fue darle un diseño mucho más moderno a un libro que si circulaba, lo hacía en general con portadas bastante clásicas y nosotras teníamos ganas de presentarlo de otra manera. La estética del libro nos importa y la pensamos mucho.
B.G.: Además, la edición sobre la que nosotras trabajamos era una edición muy anotada y lo que hicimos fue extraer solo aquellas que eran estrictamente necesarias para la comprensión del texto. Hemos añadido también un prólogo escrito por Inés Bruzzi. Ella es profesora de historia y ha estudiado no solo la narrativa de Lugones, sino también su perfil como persona, y así es como está encarado, para que el lector conozca cuál fue su historia y en qué contexto surgió Las fuerzas extrañas. Esto es un diferencial respecto a otras ediciones en las que el prólogo tenía un perfil más de estudio preliminar.

Muchas cosas diferencian a una editorial independiente como Odelia de las grandes, pero ¿cuál pensáis que es la principal?
M.K.: Me parece que una de las grandes diferencias es el acompañamiento constante al libro y a su autor. Las multinacionales tienen una cantidad muy, muy grande de títulos que van sacando por año, por mes incluso, y a un libro le prestan atención en el momento de su lanzamiento, pero después es uno más que se pierde entre los miles que tienen.
B.G.: De algún modo, creo que las editoriales independientes, Odelia incluida, cultivan mejor su fondo, construyen catálogo y buscan seguir vendiéndolo. La cuestión para la independiente no es sacar una novedad hoy, otra mañana y vivir de la novedad, sino tener un proyecto, tener una idea de qué es lo que se quiere editar, hacerlo en consonancia y tratar de ir acompañando a los libros publicados. Es decir, ser una especie de gran familia, que se vendan todos juntos y que uno no suplante a otro.







Y ahora, ¿cuáles son los planes de futuro para Odelia?
M.K.: Por suerte nos llega material de parte de editores amigos y de gente que va sabiendo de nosotras, que nos conoce por la fanpage. También nos encontramos con autores que nos mandan espontáneamente sus manuscritos. Entre estos escritores hay algunos que ya publicaron y otros que nos envían su primer material, que nos cuentan justamente que están empezando, que es su primera novela y que les gustaría que nosotras la evaluáramos. Nuestro deseo ahora es seguir creciendo y tener también una producción sostenida, intentar, dentro de lo posible, editar unos cinco libros al año.

¿Qué creéis que es necesario para conseguirlo?
B.G.: La constancia, mantenerse en el tiempo, seguir publicando y tener ojo de editor, saber mirar, saber lo que está pasando en los medios, en el mercado. Un editor tiene que ser un buen observador y publicar cosas que realmente convenzan, que sean buenas, que tengan calidad y que no por eso sean invendibles, sino poder ser crítico y apostar por la calidad.
M.K.: Yo creo que es importante saber comunicar el libro, el proceso no termina cuando el libro está impreso, es clave comunicarlo y distribuirlo. De lo contrario, nadie se entera de que ese libro está ahí y va a juntar polvo esperando lectores. Para un editor es imprescindible la intuición y cierto gusto por el riesgo, hay que animarse. Lo lindo de esta profesión es que nunca se sabe qué puede pasar.

Nunca se sabe qué puede pasar y es que dar oportunidades a lo desconocido es sin duda un riesgo, pero es también una apuesta por el crecimiento de la literatura y por el descubrimiento de los grandes nombres del mañana. ¡Enhorabuena por tener el valor de hacerlo, Odelia! Muchas gracias por trabajar en pos de la difusión de la cultura y por confiar en que la buena literatura se sigue construyendo día a día. ¡Mucha suerte!



Las “Odelias” son: Karen Álvarez Tedín, Melina Arriola, Camila Chenlo, Elizabeth Di Benedetto, Belén García Vázquez, Yanina Giglio, Caterina Gostisa, María Eugenia Krauss y Jazmín Teijeiro.
Fanpage: www.facebook.com/odeliaeditora/?fref=ts
Contacto: odeliaeditora@gmail.com

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